La historia de Santa Maria Novella en edificios En 1332, un rico mercader, Dardano Acciaioli, cayó enfermo y fue atendido por los frailes dominicos de Santa Maria Novella. Una vez curado, en señal de gratitud por los cuidados que le habían dispensado los frailes, decidió financiar las obras de la capilla de San Nicolás. Construida originalmente para los enfermos, actualmente es la sala principal de la farmacia. La restauración de la capilla para convertirla en sala de ventas fue iniciada por Damiano Beni en 1847. La bóveda gótica está pintada por Paolino Sarti y representa los cuatro continentes. Los muebles de madera datan del siglo XIV, al igual que el largo mostrador. Dos estatuas de madera representan la vida sana, una referencia explícita a la eficacia de los tratamientos de Santa Maria Novella. La sacristía de la capilla se convirtió en bodega en 1612, donde se guardaban los productos acuosos de la destilación de hierbas y rosas, llamados "aguas". Por esta razón, la sacristía se llamaba sala del agua. Por último, en 2014, la Officina inauguró su jardín. Antiguamente, los frailes protegían sus cultivos manteniéndolos dentro de los altos muros del convento, según el método Hortus Conclusus. Cada elemento hacía referencia a algo en particular, con el objetivo de despertar todos los sentidos.