Según la mitología griega, los perfumes a menudo protagonizan idilios y metamorfosis. Por ejemplo, la menta debe su inimitable fragancia a la ninfa Minthé, transformada en una aromática hoja por el dios Hades. Diptyque reinterpreta el clásico acorde fougère, a través de la menta. En este perfume, la frescura de la menta está subrayada por el geranio con quien comparte algunas moléculas. El pachulí aporta profundidad a este dúo.
La marca fue fundada en 1961 por tres personalidades singulares unidas por una fuerte alquimia estética: Christiane Montadre-Gautrot, Yves Coueslant y Desmond Knox-Leet. Alimentados por una pasión común por el dibujo, comienzan a crear motivos para telas y papeles pintados, y deciden abrir su primera tienda con dos entradas (como un díptico) en París, Boulevard Saint Germain.