El carrusel, auténtico icono de las colecciones navideñas de Diptyque, se ilumina este año bajo el signo de una lluvia de meteoros, cada rama de la cual, como un móvil, arbitra varias estrellas con formas arquetípicas. Las líneas y curvas crean un juego mágico y gráfico de sombras y luces una vez encendida la vela.
En su caja, el carrusel va acompañado de una vela Berries. Su fragancia, que combina un ramo de delicadas rosas con la vivacidad aromática de las hojas de grosella negra, realza el ambiente de tus veladas navideñas.
La caja presenta una decoración festiva de fieltro suave, creada a mano por la artista inglesa Lucy Sparrow y luego cuidadosamente fotografiada y reproducida en el empaque. Cada producto se convierte así en un fragmento de este “objeto de arte”, una invitación a redescubrir nuestra alma infantil, celebrando las maravillas invernales.
Después de encender la vela, coloque con cuidado el carrusel previamente ensamblado encima de ella. Para retirarlo espera unos minutos a que se enfríe por completo. Evite tocar la parte superior del carrusel, que está especialmente caliente después de su uso. Para garantizar una seguridad óptima, se recomienda manipular siempre el objeto por su base.
La vela de 190 g tiene una duración de combustión de aproximadamente 50 horas.
Diptyque
La marca fue fundada en 1961 por tres personalidades singulares unidas por una fuerte alquimia estética: Christiane Montadre-Gautrot, Yves Coueslant y Desmond Knox-Leet. Alimentados por una pasión común por el dibujo, comienzan a crear motivos para telas y papeles pintados, y deciden abrir su primera tienda con dos entradas (como un díptico) en París, Boulevard Saint Germain.