Los rituales japoneses del bosque sagrado de Kiso se convierten en una fragancia: katanas ceremoniales, ungüentos de madera raros, humo de incienso de los templos, notas coriáceas de armaduras bushi.
En 2007, David y Kavi (con orígenes irlandeses e indios respectivamente) comenzaron a colorear flores, hierbas y especias para crear para después del afeitado para sus amigos. Cuando se dieron cuenta de que ninguno de sus amigos se habían afeitado, comenzaron a mezclar aceites, resinas y extractos de plantas. Los resultados fueron perfumes y colonias de pequeños lotes, muy apreciados por sus amigos. Kavi comprendió que tenía que usar sus conocimientos arquitectónicos y crear envases para estas fragancias.