En 2024, Julien Prévost, director creativo de Trudon, se lanza a un nuevo desafío: reinterpretar la flor de naranjo sin caer en clichés “infantiles” o demasiado “suaves”. Para afrontar este desafío, recurrió a Antoine Lie, creador de las emblemáticas Bruma y Aphélie.

Fiel a los valores de autenticidad y singularidad que caracterizan a Trudon, Antoine prefiere los ingredientes naturales, cargados de historia y que evocan la grandeza de la época monárquica.

La flor de naranjo era la flor favorita del “Rey Sol” Luis XIV, pero para Antoine, la luminosidad de la flor de naranjo debía hacerse más compleja, más rica... Por lo tanto, trabajó en torno a una composición floral y especiada, contrastando la dulzura de flor de naranjo con azafrán (picante) y madera de gaiac (amaderado ahumado).