La belleza intrínseca de la naturaleza se revela tanto en sus irregularidades como en su impermanencia: la rugosidad de una roca, las hojas en otoño... A través de su búsqueda de la "perfecta imperfección", la marca cultiva las nociones de alteración, del paso del tiempo y evolución.

Esta filosofía se expresa en particular mediante el uso de materias primas y materiales para capturar y así realzar cada fragancia; con este espíritu, las cajas de hierro laminado de la marca nacen de la colaboración con colectivos de artesanos residentes en Marruecos y Mauritania. Arraigados en la tradición y guiados por el flujo natural de su entorno, estos artesanos crean a su propio ritmo y con minuciosidad objetos y contenedores que celebran el saber hacer y cantan sutilmente las alabanzas de la naturaleza que los rodea.