Yves Coueslant, cofundador de Diptyque, pasó los veranos de su infancia en Do Son, una ciudad costera de Vietnam, en una pagoda construida por su padre. Lejos del calor sofocante de Haiphong, la brisa del mar traía el cautivador aroma de los nardos, flores que su madre apreciaba.
Esta fragancia de nardos, casi palpable al atardecer, se revela con intensidad, mezclando sensualidad solar e indolencia cremosa. Insolente y adictiva, esta flor blanca seduce sin reservas a quienes se atreven a rendirse a su irresistible encanto.
La marca fue fundada en 1961 por tres personalidades singulares unidas por una fuerte alquimia estética: Christiane Montadre-Gautrot, Yves Coueslant y Desmond Knox-Leet. Alimentados por una pasión común por el dibujo, comienzan a crear motivos para telas y papeles pintados, y deciden abrir su primera tienda con dos entradas (como un díptico) en París, Boulevard Saint Germain.