Inspirada en las riquezas exóticas de los cajones de la sacristía de San Marcos de Venecia, esta fragancia evoca los aromas casi orientales de las preciosas especias que llegan por mar a la ciudad de la laguna. Las notas altas aldehídicas cautivan los sentidos, mientras que la rosa damascena y el jazmín en el corazón evocan un bouquet floral cautivador. Finalmente, el ámbar, la heliotropina, el almizcle y la tonka en las notas de fondo nos envuelven en un velo de solemnidad y preciosidad, evocando la majestuosa atmósfera de la Catedral de San Marcos, llena de mosaicos dorados.
Filippo Sorcinelli es un artista italiano excepcional. En 13, se convirtió en organista en las catedrales de Fano, Rimini, San Benedetto del Tronto, y más tarde, tomó cursos en el Instituto Pontificio de Música Sagrada y participó en prestigiosos festivales de música en Italia.