Lune Feline

Lune Féline evoca la seducción y la tentación, como una estrella magnética que captura ojos y corazones. Inspirada en la misteriosa luna roja, esta cautivadora fragancia teje una melodía olfativa irresistible. Se abre con una explosión de cálidas especias, que despiertan los sentidos y preparan el escenario para una inmersión en un corazón de maderas preciosas y profundas. La firma de Lune Féline se revela luego a través de una vainilla de Tahití, también llamada "vainilla blanca", incluso más rara que la vainilla de bourbon negra, que ofrece una adicción floral y cremosa. En el fondo, una base coriácea florece bajo notas balsámicas de pachulí y acordes almizclados, dejando tras de sí una estela oscura, rica e intensamente golosa. Presentado en un frasco joya, un homenaje a las técnicas de corte del cristal de la época Art Déco, presenta los rayos del sol, símbolo característico de la casa, finamente grabados. En el interior, fragmentos de pan de oro de 24 quilates iluminan el zumo, haciéndolo aún más precioso y chispeante.