Según la Biblia y el Corán, nuestro primer hogar fue un jardín, un lugar idílico adornado con colores y fragancias envolventes, guardián de la naturaleza y sus frutos. El Edén es una celebración de los comienzos serenos, la utopía de un momento perfecto en el que nuestros sentidos se liberan del adormecimiento.
Unicidad, unidad, infinito. El primer soplo se abre con notas frescas y especiadas de bergamota y jengibre, y el primer sonido que escuchamos son las notas amaderadas y ahumadas de vetiver y sándalo, que nos conducen a este lugar paradisíaco con acentos especiados y de vainilla en un acorde de madera de gaiac y haba tonka. El maestro italiano plasma su visión del paraíso celestial en un acorde amaderado, especiado y cítrico.
En el corazón de Florencia, a lo largo de la Via di San Niccolò, el maestro perfumista Sileno Cheloni celebra la vida. Los recuerdos se codean con nuevas sugerencias olfativas, dando vida a filtros mágicos que nutren y vigorizan nuestra memoria. Un precioso frasco "azul" recuerda las características de las tradicionales ampollas alquímicas y preserva las materias primas refinadas. Gracias a una dedicada búsqueda de las materias primas más raras, recogidas durante sus viajes entre Oriente y Occidente, Sileno Cheloni ha creado su propia "biblioteca olfativa": una colección completa de más de dos mil esencias refinadas, que constituyen el punto de partida de cada nueva creación.