En esta creación, Dominique Ropion recrea la intimidad y la dulzura de un beso en una fragancia. En los labios, un floral amaderado, afrutado y ultra envolvente deja una huella inolvidable en la piel desde el primer instante. La frescura del melocotón y las bayas rosas se asienta delicadamente sobre un seductor corazón de jazmín y madera de iris. La madera de cachemira y la vainilla refuerzan la sensualidad de la fragancia y le confieren una hermosa profundidad.
Perfumes nacidos del latido del corazón... 1830, Alfred d'Orsay, un esteta talentoso y caprichoso, diseña el primer perfume neutro en cuanto al género para ocultar su relación de amor prohibida con Marguerite Blessington.