Nacida en 1221, la Officina Profumo-Farmaceutica di Santa Maria Novella está considerada la farmacia más antigua del mundo. Fundada por frailes dominicos, su historia comenzó cuando tuvieron acceso a Santa Maria Inter Vineas, una pequeña iglesia a las afueras de Florencia. Allí cultivaban hierbas y plantas en su jardín para elaborar medicinas, ungüentos y bálsamos.

En 1332, un rico mercader, Dardano Acciaioli, cayó enfermo y fue tratado por los frailes dominicos de Santa Maria Novella. Una vez curado, en señal de gratitud por los cuidados recibidos de los frailes, decidió financiar la construcción de la capilla de San Niccolò. Construida originalmente para los enfermos, en la actualidad es la sala principal de la farmacia.

La restauración de la capilla para convertirla en sala de ventas fue iniciada por Damiano Beni en 1847. La bóveda gótica está pintada por Paolino Sarti y representa los cuatro continentes. El mobiliario de madera data del siglo XIV, al igual que el largo mostrador. Dos estatuas de madera representan la vida sana, una referencia explícita a la eficacia de los cuidados de Santa Maria Novella.

La sacristía de la capilla se transformó en bodega en 1612, donde se guardaban los productos acuosos de la destilación de hierbas y rosas, llamados "aguas". Por este motivo, la sacristía recibió el nombre de sala de las aguas.

Las primeras aguas perfumadas datan de 1381, cuando la peste negra diezmaba la población. Los frailes dominicos destilaban agua de rosas (acqua di rose) para purificar las habitaciones y curar, tomada con vino o en píldoras.

Más tarde, en 1533, Catalina de Médicis tuvo que abandonar Florencia para casarse con el futuro rey de Francia. Entre los guardias, pajes y damas que la acompañaban, pidió también un perfumista. Fue Renato Bianco, educado por los frailes dominicos, quien partió con ella. En París, se convirtió en Renato el Florentino, y participó en gran medida en la expansión del arte del perfume en Europa y en todo el mundo.

Para su boda, y por tanto su coronación como Reina de Francia, Catalina de Médicis pidió una esencia especial para este día tan especial. Acqua della Regina es un homenaje a esta petición.