Con su piel pura y rizos dorados, Afrodita nació de un gran caparazón perdido en el medio de la isla de Chipre. ¿Su perfume? La imaginamos envuelta por las notas cítricas de bergamota mezcladas con jazmín y rosa, sobre una base de musgo de roble y almizcle.

Esta misma isla había inspirado el nombre de "polvos de Chipre", que llegaron a los tribunales de los reyes en el siglo 17 para perfumar el cabello y las pelucas de las señoritas. Dos siglos después, inspirado por este último, François Coty creó Chypre, un perfume que tuvo un enorme éxito y dio vida a toda una familia olfativa, los "chipres".

Hoy en día, el musgo de roble a menudo se reemplaza por pachulí, una materia prima del Oriente que recuerda el olor a maleza.

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